Diario de ruta: Día 5

Hoy es un gran día, especial, tenemos la gran visita al Gran Cañón, ese lugar tan especial, una maravilla natural que no deja a nadie indiferente.

Nos hemos levantado muy temprano, tenemos cita para hacer el vuelo en helicóptero a las 07:45 am, y tenemos 1 hora de ruta hasta el aeropuerto, así que recién salido el sol, dejamos la Route 66 para desviarnos hacia el North Rim de Grand Canyon.

Llegamos puntuales, la ruta ha sido fresca de temperatura, cosa que se agradece después de varios días de calor, el paisaje se torna verde, y aparcamos las motos al lado de lo helicópteros.

Desde el aire, se aprecia majestuoso, imponente, espectacular, no hay fotos que hagan justicia a lo que es verlo en directo, sobrecoge y hace pensar lo pequeños que somos.

Después del vuelo, nos dirigimos a los miradores, que es otra visión del Gran Cañón, no menos espectacular y grandiosa, antes de entrar, nos inmortalizamos en el cartel de entrada.

Después de haberlo visto por tierra y aire, tenemos que seguir ruta, hay que avanzar, y recorremos el parque nacional de Coconino, curvas, árboles, muy entretenido.

Y llegamos a Flagstaff, de nuevo en la 66, allí, nos tomamos algo en el Museum Club, un lugar con historia, hoy un bar y sala de conciertos.

El tramos de 66 dese Flagstaff hasta Winslow, es corto, y para llegar a destino tenemos que recorrer 80 km de autopista, como es el último tramo del día, se agradece que podamos hacerlo rápido, y nada mas llegar, hacemos un check in rápido y nos vamos a comer a La Posada, un precioso restaurante de 1930, restaurado y actualizado con gusto y lujo.

Ya hay ganas de ponerse cómodos, pero antes de irnos al hotel, hacemos una parada rápida en la famosa esquina Standing on the Corner, nombre de la canción de los Eagles que ha hecho famoso a este pueblo.

Esto es todo por hoy...